Enfermedad de transmisión sexual o infección de transmisión sexual
Las enfermedades de transmisión sexual o infecciones de transmisión sexual se contagian a través de relaciones sexuales (tanto vaginales como orales o anales) e incluso por el contacto íntimo. Los principales síntomas de una enfermedad o infección de transmisión sexual no son siempre obvios por lo que ante cualquier molestia o mínimo signo es recomendable consultar a un médico aún no teniendo certeza de haber estado expuesto a una ETS.
La mayoría de ETS son fáciles de tratar y curar con un diagnóstico temprano. Alguno casos sí requieren un tratamiento más complicado para controlarlas.
Es fundamental someterse a una evaluación y, en caso de diagnóstico positivo, seguir el tratamiento. También es fundamental informar a la pareja o parejas sexuales con quienes puedas haber tenido un contacto previo o posterior para que puedan evaluarse y tratarse.
Ante una ETS es importante tratarse para evitar que una enfermedad de transmisión sexual puede desencadenar en una una respuesta inmune en el área genital o causar ampollas, situaciones que aumentan el riesgo de transmisión del VIH. Incluso algunas infecciones de transmisión sexual no tratadas también pueden acabar provocando infertilidad, lesiones en órganos o determinados tipos de cáncer en el paciente..
También hay ETS asintomáticas que pueden estar escondidas y no manifestarse en el paciente y aún así pueden provocar el contagio de la infección. Es importante utilizar siempre medidas de protección como el preservativo o condón durante las relaciones sexuales para mantenerse a salvo de estas enfermedades o infecciones de transmisión sexual.
Principales enfermedades de transmisión sexual
- Clamidiasis
- Herpes genital
- Verrugas genitales o verrugas vaginales
- Gonorrea
- Hepatitis B (HBV)
- VIH y SIDA
- Enfermedad inflamatoria pélvica (PID)
- Ladillas
- Sífilis
- Tricomoniasis